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HISTORIA

Temprano, nomás, en 1913, el entonces Football Club Estudiantes recibió la donación de una bandera que podría servir de estandarte. Aquella enseña estaba confeccionada en bastones blancos y negros, esos que fueron adoptados como emblema del incipiente gigante de Olavarría. Cuentan que, poco después de recibir la insignia albinegra, cuando aquella flameó por primera vez en apoyo del equipo estudiantil, alguien marcó el destino del conjunto al apodarlo “bataraz”, en alusión al plumaje combinado en los valores de la bandera que distingue a un tipo de gallo que encontramos en estas tierras. Así, por lo tanto, Estudiantes comenzó a ser reconocido como “el gallito bataraz”, “el gallo”, “El Bata”, o simplemente “Bata”.

Consolidada en el tiempo, la institución forjó su insignia oficial, un escudo a bandas verticales, con un centro dominado por un rombo que contenía -entrelazadas- las letras C, A y E, sigla de Club Atlético Estudiantes, plasmando así el acrónimo CAE, del cual hemos hecho una manera más de identificarnos, tan valiosa como el propio nombre.

Con los años, el escudo fue levemente modificado, se modernizaron sus líneas, su contorno se hizo más suave, y el centro pasó del rombo a un círculo perfecto, que amplió el protagonismo gráfico del "CAE", pero por nada hizo mella en la poderosa esencia bataraz.

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